Yo quisiera irme (...).
Yo pertenezco a una tierra de ojos cerrados,
una tierra de contornos suaves
y adoquines blancos.
Allí las gotas caen despacio,
sin interés en llegar al suelo
(a veces sin saber si caen).
Hay todo el tiempo una música,
apenas audible:
una música que trae colores,
trae sombras de colores.
Allí los mapas tienen agujeros
de silencio
y todas las brújulas están imantadas.
Pero eso qué importa.
Nadie quiere ir.
¿Ir a dónde?
No lo saben.
No lo sé.
No hay camino.
Mis brújulas están imantadas.
Saludos. Vengo de allá, del oscuro fb onde mora el grupo del curso... ;)
ResponderEliminarMe ha encantado el poema, muy bueno.
Sigue escribiendo.