martes, 31 de enero de 2017

Dos derrotas y una victoria (o Giros oscuros)

   El joven entra, cojeando levemente. Sólo lleva unos vaqueros azul marino. Su torso desnudo está cubierto de magulladuras y arañazos y tiene moratones en los costados. El padre se levanta, alterado, cinturón en mano, y alza el libro que está leyendo en posición amenazadora.
—¿Sabes qué dice aquí, desgraciado? ¿Lo sabes? Dice "¡La sentencia es primero! El juicio vendrá...".

   El chico se para en seco. Saca una pistola de la parte trasera de los pantalones. Se encañona la boca y, sin temblar, dispara.