sábado, 26 de mayo de 2018

Measuring up

Al principio jugabas a ponerte las vestiduras de reina y pasear por el salón con aire majestuoso. Cuando se dieron cuenta de lo bien que lo hacías, empezaron a llevarte a los actos públicos, algunas veces con una fina tiara.

Y ahora te ves convertida en reina. No lo has pedido, aunque sí lo has aceptado. No sabes qué significa, aunque parece que lo haces bien. No sabes si quieres el trono, pero estás pegada a él.
¿Cómo vas a saber si quieres el trono sentándote en él?
Necesitas que te expliquen cómo funciona, necesitas sentarte frente al trono y mirarlo y remirarlo y levantar el cojín rojo y tocar la madera pintada con oro. Arañar un poquito una pata, olerlo. Toda esa gente que dice que eres perfecta para el trono no lo conoce, no puede saberlo. Esto es un asunto entre el trono y tú.
¿Y si no eres apta? ¿Y si el trono no es cómodo? Sí, sí, lo hicieron para ti los mejores artesanos del reino, basándose en tu estatura, en la longitud de tus piernas, en el tamaño y grado de curvatura de tu (¿real?) trasero. De hecho, como una vocecita incómoda se encarga de recordarte, lo encargaste tú misma. Pero ¿acaso sabías lo que estabas pidiendo? Nadie sabe realmente cómo va a ser su trono hasta que lo tiene delante, por suerte o por desgracia. Pero ¿y si resulta que tras tanto tiempo jugando con los vestidos, sólo era eso lo que te interesaba? ¿Te dejarán no ser reina? No, claro que no, no puede ser nadie más, qué cosas piensas. ¿Y qué harás tú si es así? ¿Callarás? ¿Hay algo que puedas hacer?

Seguramente todas estas dudas tontas te hayan venido al tenerlo delante; es tan bonito que no sabes si encaja contigo. Él, grande y cómodo y reclinable y con reposabrazos que se pueden bajar si es necesario; tú... bueno, ya sabes, más bien enclenque, discreta, un poquitín encorvada, nada llamativo. Ni siquiera el color del pelo se salva. Te planteas, rodeando la pata con la mano y tapando el arañazo que acabas de hacer, si no deberías encargar otro, uno algo más normalito, más a tu nivel, que no sea tan bueno. Que no sea demasiado bueno para ti.