domingo, 19 de junio de 2016
Mujer de setenta y tres años, sobre la lectura
—Es que ahora no se lee. Aunque bueno, antes tampoco. Cuando yo era jovencita, no leía nadie. Éramos ocho amigas y la única que leía, yo. Y lo que alguna leía eran novelitas rosas (sabes lo que son novelitas rosas, ¿no?), que a mí me ponían frenética: ¡no había quien lo aguantara, aquello! Yo empecé leyendo las novelas de Agatha Cristhie: «Uy, qué horror, qué horror, ¿cómo puedes leer eso?», me decían. Y aún hubiera leído mucho más. ¡Ay, qué lástima, que en mi casa no hubiera dinero!
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Me gusta mucho esto. Es muy auténtico y se nota en el tono, en los detalles narrados.
ResponderEliminarQué bocado más tierno. :)
Hola, Phaustho, muchas gracias por comentar. Sí, bueno, supongo que no puedo ocultarlo: es mi propia abuela, jaja. Es muy auténtica, la mujer xD.
EliminarMe alegra mucho que te guste (: